Con luz y sonido celebran en Papantla en el marco del “Festival Xanath” el “Día del Volador”

Chicomostoc y su peregrinar, hasta la evangelización y el sincretismo religioso, luego de la conquista española.

Sesenta días después del domingo de resurrección se lleva a cabo, en la tradición católica, el jueves de Corpus Christi, conocido también aquí, en la región del Totonacapan, como Día del Volador, pues la fecha marca el comienzo de la temporada de siembra con el ritual del corte y arrastre del palo de volador y la ceremonia del vuelo, realizada para pedir por la fertilidad de la tierra.

Salomón Bazbaz, uno de los mayores impulsores para que este rito haya sido reconocido por la Unesco, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en un emotivo discurso, desde el monumento al volador en el punto más alto de Papantla, se refirió a los practicantes del vuelo como “embajadores del mundo indígena que tienen en sus corazones el mensaje más importante para toda la humanidad, el cuidado a la tierra, el respeto a la tierra y el acercamiento a las deidades”.

Luego de la ceremonia concurrida por cientos de voladores e integrantes de otras danzas tradicionales como los “guaguas, moros y cristianos, santiagueros y negritos”, tuvo lugar una ceremonia religiosa. Como parte de la celebración, mientras la misa era oficiada, en todos los espacios de la plaza principal y el atrio se expandieron los colores de los atavíos tradicionales y los sonidos hipnotizantes de tambores, flautas, violines y zapateados, se mezclaban con el repique de las campanas.

Zenón Ramírez García, cronista de Papantla, sabe que “todos los danzantes reunidos este día “pasan por ayunos y abstinencias; y vienen desde distintos puntos de la región del Totonacapan. Fue el encomendero Placido Pérez encargado de esta región, quien organizó la primera fiesta de Corpus Christi entre los años 1550 y 1560”.

Ramírez citaba a un historiador llamado “José María Bauza, quien a finales del siglo XVII narra en un pequeño pasaje, cómo se llevaba a cabo esta fiesta con puestos de vendimia de alimentos y productos mientras que en la iglesia estaban los eventos litúrgicos. En 1957 se incluyen exposiciones ganaderas, agrícolas, comerciales, artesanales y culturales”.

En 1958 la Feria de Corpus Christi dejó de estar bajo el control organizativo de las autoridades parroquiales y de las mayordomías, para ser promovida comercialmente por un Patronato civil. El cronista dice que en ese año también se estrena el espectáculo del Festival Xanath o Fiesta de la vainilla, con un guión histórico del señor Juan Carlos Islas, “por idea de don Mariano Torres Carreño, un periodista local”.

Vuelos internacionales

••• Con una nueva producción más espectacular, que incluye cambios en la coreografía, escenografía, iluminación, vestuario y utilería se presenta este año el Festival Xanath.

Antonio Willebaldo Vergara, nuevo director del encuentro artístico, dijo que “la producción fue costosa, pero es más importante conocer todas nuestras tradiciones y el Festival Xanath, es una base muy bien estructurada, que ahora queremos llevar al extranjero y al interior del país.”

Entre las más de 5 mil personas que, se calcula, presenciaron el pasado jueves el espectáculo, se escucharon comentarios como que en los atavíos de los danzantes no estaban congruentes a la época representada. Antonio Vergara explicó que “un inconveniente nos hizo vestir a los voladores con el traje de volador y no con el de pájaros, que fue el primero que utilizaron.”

La obra culminó en un bombardeo de fuegos artificiales mientras se llevaban a cabo tres vuelos simultáneos y representaciones de todas las danzas tradicionales. El espectáculo gratuito, se presenta por última vez, hoy domingo en punto de las 20 horas, en el Campo Anahuac o Teatro del Pueblo.

Fuente: (milenio.com/Alberto Solís)

 

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