El Centro de las Artes Indígenas (CAI) de Veracruz “Xtaxkgakget Makgkaxtlawana”, ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El CAI es un conjunto de dieciséis casas-escuela instaladas en el parque temático Takilhsukut de la zona arqueológica de Papantla en las que los adultos totonacas transmiten a la comunidad su sabiduría y valores en artes y oficios como la alfarería, la palabra florida, la medicina tradicional, el cine o la radio.

Se trata de la primera inscripción de América Central y del Norte en la categoría de Mejores Prácticas de Salvaguarda, de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La aprobación fue seguida por una breve interpretación musical de indígenas toconacas, que precedió a la intervención del secretario de Gobierno de Veracruz, Gerardo Buganza, quien celebró la decisión del comité y se comprometió a “reforzar el apoyo a este ejercicio de preservación” de esa cultura milenaria.

“Esa cultura no debe de estar en los museos, ni en los libros, ni en las cátedras de antropología” sino que “debe seguir viva”, agregó Buganza, antes de que los indígenas aplaudieran la decisión del comité con un discurso en su lengua nativa.

El creador del centro, Salomón Bazbaz, explicó a Efe que el reconocimiento de la Unesco convierte al CAI en “un modelo a seguir para otras regiones de alta densidad indígena”.

La inclusión del Centro de Artes Indígenas de Veracruz en esa lista, aprobada en la VII Reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, otorgará al CAI “más visibilidad” y “obliga al Gobierno mexicano a prestar su apoyo al centro”, creado en 2006 y que recibe la visita de mil personas cada semana, añadió Bazbaz.

El relator del grupo de expertos que analizó las candidaturas subrayó antes de la resolución la importancia de que las prácticas seleccionadas puedan “servir de modelo” e “inspirar a otros Estados”, especialmente en “los países en desarrollo”.

La inscripción del CAI en la lista se trata del refrendo a un modelo único que puede “replicarse en otras regiones del país -donde existen más hasta 62 etnias indígenas- o del mundo”, agregó Bazbaz, que fundó el centro en 2006 y consideró “un hito” el éxito de la candidatura mexicana.

La inscripción obtenida no comporta ninguna dotación económica, pero su inclusión “constituye un capital cultural que es también una poderosa herramienta de desarrollo”, según la agencia de la ONU con sede en París.

El CAI se suma así a las otras siete prácticas mexicanas que ya forman parte de esa lista: los mariachis, la cocina tradicional mexicana, los Parachicos de Chiapa de Corzo, el canto tradicional Pirekua, la ceremonia ritual de los Voladores, la memoria y las tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán y las fiestas indígenas dedicadas a los muertos.

El CAI fue la única inscripción, ya que no logró la aprobación el programa para preservar el teatro de marionetas de Fujián en China. El comité entendió que este no cumple los requisitos ya que no ha mostrado aún resultados satisfactorios y no puede utilizarse como modelo para el resto del mundo.

La UNESCO define el patrimonio cultural inmaterial como aquel que “hace referencia a las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y saber transmitidas de generación en generación en el seno de una comunidad, creadas para transformar (…) la interacción entre la naturaleza y la historia”.

En los últimos años, lograron su inclusión en la categoría de Mejores Prácticas de Salvaguardia, iniciativas como el Museo Vivo del Fandango (Brasil), la revitalización del saber tradicional de la cal artesanal en Morón de la Frontera (España), la protección de la cultura Aymara (Bolivia, Chile y Perú) o el mantenimiento de la cultura del batik (Indonesia).

Fuente: (Agencias)

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