Algo pasa con las viviendas

Se trata del gran pendiente social del país que por su dimensión y características es un reto para todo tipo de estrategias desde las que optan por los microfinanciamientos con la intención de proveer del material necesario para poner suelo y techo firme.
Ni siquiera el Infonavit con su política de expansión del crédito desde mediados de los noventa ha frenado el déficit de vivienda, en lo que corresponde a la parte de la población que tiene acceso al mercado laboral formal y cotiza desde hace años; y con el cambio observado en la reducción del volumen de sus créditos tal parece que algo muy sintomático acontece dentro del mercado de vivienda.
Mientras que el segmento de la población con posibilidades de acceder a un crédito hipotecario bancario para adquirir vivienda nueva tampoco lo tiene tan sencillo; porque si hay algo de cierto es que en general la Banca mexicana jamás recuperó los niveles de financiamiento hipotecario observados antes de la crisis de 1995.
Así es que nadie tiene la fórmula sencilla para hacerse de su vivienda en México y todos los segmentos sociales enfrentan cada uno diversos problemas para convertirse en dueños.
Por eso a nivel nacional la construcción de vivienda nueva es tímida y las personas y familias exploran con mayor frecuencia comprar vivienda usada y/o acceder a la solicitud de créditos en los organismos oficiales de vivienda para ampliar, mejorar o en su caso remodelar.
Respecto de la vivienda usada también enfrenta algunas dificultades ligada a temas de inseguridad y focos de violencia en distintas regiones lo que ha constreñido la venta y dificultado la movilidad deseada en el sector.
La propia Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) reconoce una caída del 40% en la venta de casas a nivel regional en el Norte del país y en Nayarit, Michoacán y Zacatecas.
Aunque hay otras ciudades donde el bajón del sector inmobiliario  se ha resentido, tenemos el caso de San Miguel de Allende, Guanajuato, un auténtico paraíso de las joyas coloniales y un remanso de tranquilidad ubicado estratégicamente cerca del corredor comercial e industrial del país y a menos de tres horas de la ciudad de México.
Sin embargo, no ha podido vacunarse de cuanto acontece en el resto de la geografía nacional. Desde 2006 mi casa en San Miguel de Allende tiene un letrero de venta junto con una amplia oferta de casas de todos los precios, muchas son propiedades de extranjeros -principalmente estadounidenses-, que años atrás llegaron a la ciudad de retiro o de segunda residencia.
Como sabemos diversos conatos de violencia aunado con la gripe H1N1 dieron el pretexto para que residentes pusieran en venta sus casas, provocando por el tamaño de la oferta de vivienda usada un constante desplome en el precio tanto de venta como de alquiler.
El sector tiene toda una sintomatología y hay ciudades donde la situación es más grave como en Morelia, Michoacán. La bella ciudad de cantera rosa que captó a muchas familias del Distrito Federal cuando sucedieron los terremotos de 1985 y presumía de una expansión inmobiliaria ahora vive todo lo contrario: hay un freno en la construcción de vivienda nueva y la usada se vende  a regañadientes. Hasta los propios despachos de arquitectos e ingenieros están sufriendo recortes debido a la tendencia a la baja en la construcción.
A COLACIÓN
Mientras hay un desplazamiento migratorio entre personas y familias de unas ciudades a otras más cercanas hacia la ciudad de México y el sur del país, el Servicio de Estudios Económicos del Grupo BBVA, puntualiza que “a nivel  nacional, cerca del 40% de las viviendas que se adquieren con un crédito hipotecario tienen un valor de hasta 500 mil pesos; 23% para viviendas de entre 500 mil y un millón de pesos; 17% se ubica en el rango de 1 a 2 millones, y; el restante 20% corresponde a viviendas de más de 2 millones de pesos”.
La publicación que cumple una década indica que en el primer semestre del año, el crédito hipotecario de la banca comercial creció 30% en el número de créditos y 20% en el monto de financiamiento (en términos reales)
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com

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