Descubren en Guatemala calendario que contradice el mito maya del fin del mundo

En la ciudad de Xultún, Guatemala, investigadores de la Universidad de Boston y la Universidad de Texas-Austin encontraron una cámara en cuyos muros puede apreciarse la escena de un rey con su séquito, pero con abundantes cálculos, registros y glifos, que han definido coloquialmente como un nuevo calendario, que registran probablemente ciclos astronómicos, como eclipses lunares y movimientos planetarios.

Algunos de estos largos conteos hacen referencia hasta de siete mil años en el futuro, lo cual contradice el mito maya del fin del mundo en diciembre de este año, basado en los 13 ciclos del calendario, o “baktun”. Los registros hallados por el equipo de William Saturno y David Stuart alcanzarían entonces 17 “baktunes”.

Los glifos pintados en lo que podría ser un templo de un escribano de la megaciudad de Xultún, en la región guatemalteca de Petén, es varios siglos más antiguo que los Códices Mayas escritos en libros de papel de corteza de árbol del periodo Postclásico tardío.

Los expertos destacan que hay glifos y símbolos “que sólo aparecen en un lugar: el Códice de Dresde, que los mayas escribieron muchos siglos más tarde y que se cree que es del año 1.250”, señaló Stuart.

Los investigadores lamentan que parte del cuarto ha sido dañado por saqueadores, pero se han podido conservar varias figuras humanas pintadas y jeroglíficos negros y rojos.

MUCHO POR EXPLORAR. Sobre las figuras de los murales se especula aún, aunque se aprecia a tres hombres con vestidos con tocados negros sentados; al centro un hombre cuyo glifo nombra como “Pequeño hermano obsidiana”, que podría ser un familiar o escribano del rey, este último representado a la derecha del mural con un tocado de plumas que denota realeza.

La pared de éste contiene una serie de cálculos que corresponden al ciclo lunar, mientras que los jeroglíficos de la pared norte creen que podrían relacionarse con los ciclos de Marte, Mercurio y posiblemente Venus.

Los autores apuntan que el objetivo de elaborar estos calendarios, según los estudios realizados a partir de los códices mayas encontrados previamente, era el buscar la armonía entre los cambios celestes y los rituales sagrados, y creen que estas pinturas podrían haber tenido el mismo fin.

“Por primera vez vemos lo que pueden ser registros auténticos de un escribano, cuyo trabajo consistía en ser el encargado oficial de documentar una comunidad maya”, señaló Saturno, quien señaló que parece que las paredes se hubieran utilizado como si fueran una pizarra para resolver problemas matemáticos.

Según indicaron, podría tratarse de un lugar en el que se reunían astrónomos, sacerdotes encargados del calendario y algún tipo de autoridad, por la riqueza en el decorado de las pinturas en las paredes, que también utilizaron para hacer sus anotaciones.

“Todavía nos queda explorar el 99.9 por ciento de Xultún”, señaló Saturno, quien aseguró que la gran ciudad maya descubierta en 1915 proporcionará nuevos descubrimientos en las décadas venideras.

“Seguimos encontrando cosas que no habíamos visto en ninguna otra parte y sólo hemos empezado a investigar desde hace tres años”.

Fuente: (CONACULTA) (INAH) (Notimex) (Agencias)

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