Santa Anna no fue ningún traidor, asegura el académico escocés Will Fowler en polémico libro

joven, abrumada, sitiada y amenazada nación mexicana”, escribe el académico escocés Will Fowler en su más reciente libro Santa Anna (Universidad Veracruzana).

La obra reúne documentos hemerográficos y bibliográficos que muestran a Santa Anna (1794-1896) como un hombre con virtudes y errores, no sólo vinculado a la figura de un villano. La publicación fue presentada en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

En entrevista con MILENIO, el historiador —quien es director de Investigaciones y vicedirector de la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Saint Andrews, Escocia, y profesor de Estudios Latinoamericanos de la misma institución—, habla del proceso de trabajo que realizó durante 17 años.

¿En qué se basa para sostener que Santa Anna no fue un traidor?

Los documentos que he usado se encuentran en México, Estados Unidos y Europa. En ellos se ve que muchas acusaciones que se le hicieron y le han hecho no se sostienen. Por ejemplo, se le acusó de traicionar al país por haber avalado la independencia de Texas en 1836, pero él no lo reconoció, porque en el Tratado de Velasco (1836) lo que acepta, mientras se encuentra preso, es que una comisión de Texas acuda al Congreso mexicano para tratar el tema de su independencia, sabiendo perfectamente que el Congreso no la aceptaría.

Se le acusó de traidor porque perdió la guerra contra Estados Unidos (1846-1848). Los documentos muestran lo contrario. Santa Anna se dedicó a luchar en los tres frentes de combate: en el norte, en Veracruz y en los alrededores de la Ciudad de México. De hecho, a quien intentó engañar fue a los gringos. Aunque es cierto que ellos le pagaron para que comprara al Congreso mexicano y se reconociera la derrota, él se quedó con el dinero y peleó en los tres frentes de guerra.

Lo que se puede sostener hasta cierto punto es la idea de “vende patrias” porque vendió La Mesilla en 1853, pero no remató la mitad del territorio nacional. Este es otro mito. La mitad del país se perdió en la guerra contra Estados Unidos y se signó en el Tratado de Guadalupe del 2 de febrero de 1848 que Santa Anna no firmó.

¿Por qué en su libro dice que Santa Anna gobernó seis veces México y no once como sostiene la historia oficial?

Se cuentan once veces porque cada vez que él salía de la Ciudad de México y regresaba sus críticos sostenían que iniciaba una nueva presidencia. Esto se hizo para generar la inestabilidad de la época. Esa tradición de ensalzar el caos y la anarquía viene de los historiadores del porfiriato, que querían contrastar la inestabilidad de las primeras décadas nacionales con el porfiriato. Son seis mandatos (1833-1835, 1839, 1841-1843, 1843-1844, 1846-1847 y 1853-1855), en los que en muchos no estuvo en la Ciudad de México, pues se hallaba en el frente de combate o en su hacienda. Estuvo mucho más tiempo en Veracruz que gobernando el país.

¿Cuál es la razón por la que en México se relaciona a Santa Anna con el concepto de traidor?

La acusación de traidor surge a partir de la guerra contra Estados Unidos. Fue el chivo expiatorio perfecto. El trauma de esa derrota fue tan grande que lo más fácil para la clase política mexicana era culpar a una persona. Con el tiempo, hacía falta responsabilizar a alguien y fue a él a quien se eligió, exculpando al resto de los responsables.

¿Cómo se trató al personaje ahora en el Bicentenario?

El problema es que la idea de traidor está muy afincada en el imaginario colectivo del mexicano. Han pasado tantas décadas en las que se ha enseñado lo mismo, que es muy difícil cambiar esa visión, porque lo que existe una historia de héroes y villanos de finales del siglo XIX repetida hasta ahora.

Hay que superar la idea de héroes y villanos. Esto lo han hecho los historiadores en los últimos 30 años. Debemos pensar en el cómo y por qué de la historia. Los héroes y villanos no nos ayudan a entender el pasado. Por ejemplo, si Santa Anna era tan malo, no se entiende que fuera llamado por liberales y conservadores ilustres tantas veces para ocupar el poder.

¿En qué se diferencia este texto de otros anteriores?

Es una biografía. Todo está sustentado en notas al pie de página y se sostiene científicamente. No pretendo ponderar a Santa Anna como héroe o villano, sino entender su vida de forma total y global. Es una biografía equilibrada que pone énfasis en la vida del personaje.

Fuente: (milenio.com)

 

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