Ley de Asociaciones favorece a extranjeros

suministro eléctrico, entre otros.
Los senadores priístas destacaron esta ley panista “como una forma de desmantelar el sector público”.
En realidad va más allá es una forma de ceder más la potestad del Estado al laissez faire  (dejar hacer, dejar pasar) bajo una oprobiosa obsesión de elevar a Adam Smith y sus creencias al cénit de un mundo económicamente más desequilibrado  en la medida que lo privado gana poder encima de los intereses sociales, populares y ciudadanos.
Desde mi punto de vista el desmantelamiento primero en el sector público y luego en el Gobierno Federal sucedió con las reformas auspiciadas en la administración del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1986) con el sino de desincorporar, vender, liquidar, fusionar muchas áreas con exclusividad del gobierno y propias del sector público para  cederlas a la iniciativa privada.
Desde entonces el sector público y el Gobierno Federal entraron en una dieta llamada “adelgazamiento del Estado”, había que hacerle una liposucción a las finanzas públicas.
Bajo esta premisa dio inicio una estrategia para sanear las finanzas públicas. Por una primera venta de paraestatales el gobierno recibió recursos superiores al billón de pesos de dicha época. Tanto el presidente de la Madrid como su sucesor Carlos Salinas de Gortari destacaron a un Estado que podía conducir el desarrollo nacional sin estas empresas y que ni Pemex,  CFE o LyF serían tocadas porque eran necesarias para la infraestructura y la justicia social.
El proceso de venta de empresas continuó. En 1982 había 1 mil 155 empresas paraestatales; para 1988 quedaban 412 y en 1993 únicamente 210.
En 2010 es un misterio el número de paraestatales sobrevivientes de un sexenio tras otro de dieta del sector público y adelgazamiento del Estado, en el que se ha perdido una buena parte de la soberanía económica y áreas tan relevantes como la Secretaría de Programación y Presupuesto tras fusionarla con Hacienda y dejar en la calle a miles de personas (burócratas) y provocarse muchos problemas en cada elaboración del PEF anual, Ley de Ingresos y Paquete Económico. No saben cómo hacerlo bien.
Bajo esta  bruma de cuántas quedan y cuáles son por lo pronto eliminaron  Luz y Fuerza del Centro y muy pronto la Comisión Federal de Electricidad (CFE)  bajo el amparo de la nueva ley de asociaciones tiene mano libre para ceder, vender y concesionar a cuanta empresa nacional y extranjera le venga en gana la explotación y suministro de electricidad.
A COLACIÓN
Para qué se quejan los priístas si ellos lo comenzaron sexenios atrás, era lógica la actuación de la derecha en el poder como grupo político e ideológico nunca defenderán los intereses de la clase media mucho menos de la pobreza.
La derecha es más férrea en sus preceptos económicos al considerar que todo ciudadano debe pagar impuestos y éstos deben generalizarse; las leyes deben privilegiar a los más fuertes; subsiste un apoyo interno de clase y de grupo donde las beneficios únicamente reparten entre ellos e históricamente están y estarán a favor de compartir con los extranjeros el poder, administración y riqueza.
Por tanto lo comenzaron los priístas y los panistas están dispuestos a llevarlo hasta sus últimas consecuencias dejar un  Estado no únicamente adelgazado sino “famélico”.
Respecto a Pemex, éste permanece entre corchetes bajo el disfraz de los Servicios de Contratos Múltiples todavía abiertamente el PAN no se atreve a meterse en un lío mayúsculo con el sindicato y los grupos de izquierda y sus radicales.
De acuerdo con la revista Expansión el año pasado 23 empresas estatales figuraron dentro del ranking “las 500 empresas más importantes de México”.
“Las paraestatales sumaron ventas por 1 billón 514,598.9 millones de pesos un  18.2% de la facturación total”. Pemex es la paraestatal número uno aportando el 13% de las ventas anuales.
Como economista me preocupan varios aspectos en el terreno de cederle más espacio a lo privado y extranjero. Primero, generacionalmente podemos hablar ya, inclusive analizarlo y hacer un modelo de correlación entre el incremento del desempleo y el adelgazamiento del Estado y el aumento de la economía informal.  La experiencia empírica, el día a día, a lo largo de todos estos años de adelgazamiento del Estado nos permite corroborar un inminente daño social en el terreno de lo laboral, social y salarial.
Segundo, hay quienes cuestionan y justifican la salida del sector público como proveedor por sus malos manejos administrativos, lo hacen bajo el argumento de que el sector público tiene que ser eficiente, operar con números negros y mantener finanzas sanas como si su naturaleza fuera la de ser una empresa privada.  Entonces el sector público no debe administrar un área específica que debe ceder a lo privado empero sí debe comportarse en sus finanzas como si fuera una empresa privada.
Tercero, la grave crisis del sector público y de su administración deriva de una pérdida de enfoque hacia su propia naturaleza, ¿de qué sirve  un Gobierno Federal con arcas públicas sanas, números negros y subejercicios si el país arrastra severas deficiencias en educación pública, salud pública, carreteras, coberturas de servicios básicos y vías de comunicación en general?
Cuarto, no es mejor patrón el sector privado respecto del público, mucha gente víctima de este proceso desde de la Madrid hasta nuestros días, perdió pensiones, seguro social, bonos del gobierno, una quincena asegurada como burócrata o funcionario público.
Los resultados son  un abaratamiento del costo de la mano de obra y profesional, extensión del outsourcing para empresas privadas nacionales y extranjeras con empleos bajo contratos chatarras de un mes, dos meses o renovación continúa sin capacidad de acumular derechos laborales. ´
Así es que pobre país rico en manos de capitalistas nacionales y extranjeros que rellenan las arcas de sus matrices con nuestro sudor. Y se pondrá peor.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

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