El Acta de Independencia del Imperio Mexicano suscrita el 28 de septiembre de 1821 guarda buen estado

esta nación, suscrito el 28 de septiembre de 1821, ha convocado a un equipo multidisciplinario de expertos para formular una propuesta que asegure su preservación, añadió.  

La restauradora Mariana Grediaga Huerta, egresada de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (Encrym), quien desde 2008 encabeza el análisis exhaustivo del documento histórico, informó que los diversos estudios aplicados tienen como fin validar una nueva propuesta para el resguardo de este valioso corpus.  

Agregó que actualmente está protegido dentro de dos guardas elaboradas con materiales libres de ácido, en la bóveda de seguridad del Archivo General de la Nación (AGN), espacio que cuenta con monitoreo climático.  

Los resultados de los distintos análisis, dijo, corroboraron la antiguedad y el buen estado en que se encuentra el Acta de Independencia hoy en día.  

En ese sentido, para que el documento se mantenga en condiciones favorables, Mariana Grediaga —quien presentará esta amplia investigación a manera de tesis en dicha escuela del INAH— propone un nuevo resguardo del documento histórico que contiene 36 firmas, entre ellas la de Agustín de Iturbide, quien llevó a cabo la Consumación de la gesta insurgente.  

‘Lo ideal para la preservación del Acta de Independencia, es colocarla en un contenedor con muy poco oxígeno y un gas inerte, con controles de humedad, temperatura e iluminación controlados. Así mismo, ese contenedor (como existen ejemplos en museos europeos y de Estados Unidos) debe estar conectado al equipo de cómputo del Departamento de Conservación y Restauración del AGN, para el seguimiento de su estado’, indicó.  

Los estudios aplicados desde hace un par de años al documento histórico —que mide 52.9 por 71.8 cms.—, son resultado de un trabajo interdisciplinario en el que han participado físicos, biólogos, conservadores, historiadores y fotógrafos, entre otros especialistas, adscritos a diversas instancias del INAH) y de la Universidad Nacional Autónoma de México, por mencionar algunas de las instituciones.  

En la actualidad todos los análisis están concluidos, así pueden mencionarse: espectometría por fluorescencia de rayos X; microscopía óptica y estereoscópica y microscopía electrónica de barrido.  

Espectrometría de energía dispersiva de rayos X característicos, espectroscopía Raman, técnicas fotográficas especiales (ultravioleta, luz visible e infrarrojo) y caracterización colorimétrica mediante espectrofotometría de contacto.  

‘A pesar de que el eje central de la investigación fue el papel sobre el que se escribió el documento, resultó imposible dejar de lado la tela que tiene como soporte, pues forma parte de la historia del documento, toda vez que posee marcas sustanciales como el ex libris de Maximiliano de Habsburgo, el sello del librero español Gabriel Sánchez, y el residuo del lacre’, anotó Grediaga Huerta.  

Respecto a los análisis, la restauradora egresada de la Encrym indicó que al ser un documento celulósico antiguo, el Acta de Independencia tiene un aspecto amarillento, pero guarda un buen estado de conservación, de acuerdo a la clasificación del estado de conservación o de envejecimiento del papel.  

‘Se halla en buen estado, con detección de coloración marrón oscuro en zonas con trazos de tintas, sin daño significativo, únicamente en las orillas del soporte de papel’, comentó al añadir que esta misma condición también se presenta en las tintas ferrogálicas con las que fue redactado.  

‘Mediante la fotografía infrarroja se obtuvieron imágenes con escritura tenue, por lo que se puede considerar que la tinta sí es antigua, puesto que la luz infrarroja no refleja los trazos de las tintas ferrogálicas y por ello la escritura se ve con poca intensidad’.  

Grediaga Huerta explicó que durante la revisión del Acta de Independencia se observaron diversos tipos de manchas, numerosas huellas digitales, salpicaduras, máculas de adhesivos (principalmente en las orillas) y marcas de suciedad acumulada, producto de su manipulación a lo largo del tiempo.  

Con la microscopía óptica se concluyó que tanto en el caso del papel como de la tela, se trata de fibras de origen vegetal. Por último, la microscopía estereoscópica permitió verificar el estado de los trazos con tinta, éstos se observaron estables, sin perforaciones ni daños y con buen estado de conservación, al igual que el papel en general.  

Cabe mencionar que el Acta de Independencia del Imperio Mexicano contiene 36 rúbricas, entre ellas las de Agustín de Iturbide y Juan José Espinosa de los Monteros, este último firmó dos veces, como secretario y miembro de la Junta Gubernativa. Las demás firmas corresponden a militares, eclesiásticos, comerciantes, nobles criollos y un hacendado.  

Además tiene una anotación al calce con el nombre del virrey Juan O’ Donojú, quien no pudo firmar porque estaba enfermo.         

Fuente:  (Notimex)

Leave a Reply