Se exhibirá completa la colección Leoff-Vinot

  Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 25 de Febrero del 2009.- (CONACULTA). Una muestra de las más de ocho mil piezas prehispánicas que constituyen la Colección Leoff-Vinot, considerada uno de los acervos arqueológicos más importantes del país en manos de particulares, fue presentada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien la recibió en donación hace unos días.

Nadine Vinot, quien fuera su custodia por más de 50 años, entregó las piezas al INAH con la expresión de un deseo: que el acervo se mantenga íntegro; y así se hará, afirmó Eduardo López Calzada, director de Centro INAH Morelos, al revelar que la colección podrá ser apreciada en exposiciones a escala nacional e internacional.

En conferencia de prensa, López Calzada detalló que el lote cedido por la señora Vinot, está compuesto por un total de ocho mil 100 objetos, cuya antigüedad va del 1000 a. C., hasta antes de la conquista española. “Se trata de una de las cinco colecciones más numerosas que el Instituto tenía en sus registros de bienes resguardados en manos de particulares”, destacó.

Antes de vender su casa en Cuernavaca, la señora Vinot decidió entregar su colección al INAH, con la intención de que ésta pueda ser conocida por mexicanos y extranjeros.

El acervo que se resguarda en el Museo de Sitio de Xochicalco, se compone de figuras antropomorfas y zoomorfas, estelas, portaincensarios, vasos códices, vasijas, jarrones, instrumentos musicales, cuentas y puntas de flecha, entre otros.

Son piezas elaboradas en piedra, estuco, cerámica, jade, serpentina, tela, madera, hueso, concha, bronce, oro y plata, relacionadas con culturas mesoamericanas como la olmeca, mezcala, teotihuacana, tolteca, zapoteca, maya, mixteca y mexica.

Marco Antonio Santos, director de la zona arqueológica de Xochicalco, consideró que el verdadero valor de los objetos que integran la colección, es que ayudarán a “llenar vacíos” en torno al desarrollo histórico que tuvieron esta antiguas civilizaciones.

Además de las mencionadas piezas arqueológicas, la Colección Leoff-Vinot incluye a su vez material paleontológico (un par de molares) que aún no se ha fechado, y cuatro objetos de la cultura inca (Perú) y una figurilla antropomorfa procedente de Ecuador.

De las piezas destacan una caja de ofrenda, posiblemente de la antigua Tenochtitlan, hecha en piedra y que tiene grabado el emblema de Aztlán; un pato de cerámica de Tlapacoya, una flauta de barro en forma de pájaro y una escultura colonial que representa a un cordero de pascua, tallado por manos indígenas inmediatamente después de la Conquista, entre los años 1525 y 1550.

También llaman la atención dos monolitos toltecas que muestran a Quetzalcóatl saliendo de las fauces de una serpiente –ambas con un peso de un cuarto de tonelada–, una caja-ofrenda tipo mezcala con un pequeño tlaloque en su interior, un par de sandalias de fibras vegetales del Posclásico Tardío (1400 al 1500 d. C.) y dos mil figurillas diversas de cerámica.

El acervo se compone principalmente de piezas prehispánicas estilo mezcala, del Preclásico (1000 a. C.) al Posclásico (900-1500 d. C.), “el estilo mezcala se caracteriza por su sencillez, el arte de esta cultura es sólo de dos o tres trazos, simple pero simbólica, algo que le llamó la atención a Milton Leoff, quien comenzó a formar esta colección hace varias décadas”, detalló Santos Ramírez.

Expertos del INAH comenzaron con los trabajos de limpieza y conservación de las miles de piezas, labor que durará alrededor de cuatro meses. A pesar que gran parte del acervo cuenta con un archivo documental y fotográfico, y que ha sido publicado en diversas ediciones especializadas, se hará una nueva catalogación de las mismas.

López Calzada, director del INAH en Morelos, adelantó que una vez que se restauren las piezas se dará paso a la organización de una exposición que pueda mostrarse a nivel nacional e internacional, y que girará en torno a al devenir del coleccionismo en México, para la cual se utilizarán piezas emblemáticas de la Colección Leoff-Vinot.

     
En su oportunidad, Gilberto Meza, secretario técnico del Comité de Comunicación del INAH, hizo un exhorto a coleccionistas particulares para que registren sus acervos ante el Instituto, toda vez que esto es instrumento legal de protección, ya que significa el reconocimiento de la existencia física de estos bienes culturales.

El registro de piezas arqueológicas es un trámite gratuito y evita que particulares las tengan de manera clandestina, aunque ello no implica que puedan hacer usufructo de ellas.

     
Historia de la Colección Leoff-Vinot

Las miles de piezas pertenecieron a Milton Leoff, dentista norteamericano que comenzó a comprar arte precolombino después de inventar en los años 30 un método innovador para la odontología. En esa década llegó a México interesado por el arte prehispánico y decide residir en la capital del país y Cuernavaca.

Las piezas fueron registradas ante en INAH en 1972, a raíz de la promulgación de la Ley Federal de Monumentos, Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, que posibilita a particulares la posesión de piezas arqueológicas, siempre y cuando estén debidamente registradas ante el Instituto.

     
El norteamericano adquirió arte precolombino y documentó la mayoría de su colección, con datos de su procedencia, el año de extracción y adquisición y un registro fotográfico del contexto de las mismas.

     
Milton Leoff compró las piezas en naciones de Europa y Estados Unidos, y conoció a coleccionistas como Josué Sáenz –su acervo actualmente se encuentra en el Museo Amparo–, Miguel Covarrubias y David Breman.

     
La colección pasó a manos de la señora Nadine Vinot en 1985, después de la muerte de su esposo Milton Leoff.

     
Nadine Vinot donó la colección al INAH, con la petición de que las piezas se exhiban y por su deseo de que estas no salgan de México, a menos que sea en exposición, además que no quiso que pasaran a manos de un coleccionista privado.

 

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