“Se busca familia”, obra donde los actores alternan sus personajes con pequeños títeres

La puesta en escena ofrece
 funciones los fines de semana
en el Teatro Orientación
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 1º de Febrero del 2009.- (CONACULTA) Con un cielo lleno de estrellas y una gigantesca luna, los personajes de la obra Se busca familia –que inició temporada en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque– se acercan, reconocen y descubren características específicas entre ellos, que los unen y permiten apoyarse y protegerse mutuamente.

 

Berta Hiriart, autora y directora de la puesta en escena, plantea en el presente trabajo la existencia de diversos tipos de familias en la actualidad, y los cambios que tienen en su estructura y organización.

 

En Se busca familia, el núcleo familiar es analizado como un grupo social que da protección, identidad y, por ende, cualquier problema que se tenga afecta a todos los miembros, pero también se observa que con la comunicación y la ayuda de los amigos llega la felicidad a todos.

 

En una uniforme zona residencial de pequeñas casas blancas vive Melisa, quien junto con su mamá y a su conejo azul Darwin se acaba de mudar a esta desconocida localidad, dejando atrás su anhelo de tener una familia normal, “como la de los libros de texto”.

 

A ese nuevo lugar llega la familia de Jonás, un niño que es relegado por sus padres, quienes están muy ocupados para ponerle la debida atención. Su casa por fuera muestra el desorden interior que impera, ya que su madre dedica el día a cuidar los pajarillos del árbol y su padre trabaja todo el día.

 

Un conciliador y alegre pastelero Erasmo Bomboni llega a la comunidad con sus tres hijos adoptivos –una bebé asiática Lilia, una caucásica llamada Galatea y Bruno, un pequeño de raza negra– y les demuestra a sus vecinos que la tolerancia, el respeto y la unión permiten salir adelante en los momentos difíciles.

 

Ingrediente especial en el montaje es la personificación de la Luna –interpretada por Micaela Gramajo– que desde las alturas de los árboles ve a las familias interactuar y morbosamente entra en cada casa y trata de ayudar con su luz a los integrantes de la comunidad para encontrar un camino para solucionar sus problemas.

 

Junto con Micaela Gramajo, Daniela Arroio, Aracelia Guerrero, Alicia Ayala, Iyantú Fonseca y Antonio Zuñiga cantan, se suben a los tejados de las casas, brincan y se abrazan.

 

Durante la obra, los actores alternan sus personajes con pequeños títeres, que ellos mismos manipulan con sus manos, y que permiten que el público infantil se integre con los personajes y se adentre a esta historia de protección y amor.

 

Acompañando en escena, el músico Edgar Bucio, quien se mantiene durante toda la función del lado izquierdo del escenario, toca diferentes instrumentos de aliento para completar con su música la atmósfera envolvente.

 

Edyta Rzewuska fue la encargada del diseño de escenografía, iluminación, vestuario y títeres para esta puesta en escena.

 

La escenografía está compuesta por un enorme árbol blanco con un gran tronco y ramas toscas, de las cuales pende un columpio; en el escenario también hay varias casitas blancas con ventanas en los techos que permiten que una enorme luna llena –aparte de la interpretada por Gramajo– alumbre a sus habitantes.

 

En 50 minutos aproximadamente, Hiriart teje una historia de solidaridad entre varios vecinos que comparten un espacio emocional, en el que buscan un bien común para sonreír y seguir cantando. 

 

Se busca familia se presenta los sábados y domingos, a las 12:30 horas, en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.

 

(UOG)

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