Restituir equilibrios globales

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

 

-Restituir equilibrios globales
-Desafíos a tener en cuenta
-No sólo es el capitalismo

 Tensiones en la geoeconomía y una constante virulencia en el terreno  geopolítico hacen prever un futuro pesimista en el que las inteligencias y los estadistas serán necesarios para confrontar a los ultranacionalistas y belicosos.
 Demasiados desequilibrios con irrupción social: demográficos,  climáticos, económicos y políticos. Desde el Estado Nación hasta la célula de la familia tradicional están en crisis.
No será un siglo fácil y si se mira al pasado más reciente tenemos que  fue catastrófico con millones de muertos y que quizá “la paz” después de la Segunda Guerra Mundial ha sido la más duradera en los últimos sesenta y tres años.
Aunque siempre sobre de una delgada línea roja menguada en la medida  que los interlocutores globales van quedando incapacitados para aglutinar, consensuar y actuar.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no deja demostrar su debilidad acentuada en los últimos años, desde su incipiente creación bajo la Liga de las Naciones con la ratificación del Tratado de Versalles en enero de 1920,  en la actualidad se le desdibujan los objetivos de promover la cooperación internacional, lograr la paz y seguridad internacional.
No debemos soslayar el ridículo mayúsculo que hizo la ONU con lo de Irak, al avalar la invasión estadounidense, que ha pagado con creces convertido en un  interlocutor ignorado: ni Rusia con Georgia, ni Israel con Palestina; ni siquiera los estados africanos le prestan atención con facciones confrontadas en verdaderas guerras civiles con niños, mujeres y ancianos de víctimas del  coltán, los diamantes, el carbón o el petróleo.
Ante los desequilibrios, más la incipiente credibilidad en los organismos interlocutores, parece que no llega la hora en que emerja una propuesta de credibilidad para reestructurar, democratizar y fortalecer a la ONU y llevarla a ser un verdadero fiel de la balanza.
No hacerlo y seguirle apostando a la unilateralidad amenazante de Estados Unidos, o a la actitud conciliadora de Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, es dejar demasiada responsabilidad en tan pocas manos máxime cuando aumentan los desafíos globales.
Este año no es nada más esperar a que Barack Obama, presidente electo de Estados Unidos, tome posesión el 20 de enero para que entre él y Sarkozy y otro minúsculo grupo de mandatarios convoquen a una reunión para reemprender el camino del capitalismo o bien refundarlo como señaló hace un par de meses el dignatario francés.
No, también se trata de actuar con inteligencia para reestablecer el cauce de la ONU, darle más potestades, ser más incluyente y por el bien de la humanidad construir un  sistema en el que todos cuenten por igual.
A COLACIÓN
 Una aldea global violenta: a la espera de que la ONU y la ACNUR actualicen los datos, sabemos que en 2007 había 15 guerras en desarrollo en el mundo; el globo terráqueo tiene más de 30 mil armas nucleares; cerca de 600 millones de armas de fuego con un tráfico ilegal creciente (en México durante el sexenio de Vicente Fox ingresaron más de 100 mil armas ilegales desde Estados Unidos); y  250 mil niños soldados participan en distintos conflictos armados.
 Las consecuencias, desde luego además del incremento en la tensión internacional, recalan en millones de personas que huyen de estos conflictos, abandonan su lugar de origen y se asientan en los límites con los países vecinos creando verdaderos vecindarios fantasma, territorios de nadie, fuera de presupuestos y sometidas a una economía tribal de práctica de intercambio y trueque, de mera supervivencia humana.
 En 2008, el Consejo Noruego por  los Refugiados estudió a los desplazados debido a guerras, conflictos armados, luchas entre sectas o facciones, encontrando que aproximadamente 26 millones de personas figuran en  la categoría señalada.
Otras 16 millones  buscaron refugio en otros países  de la misma zona geográfica y si su capacidad económica lo permitió eligieron mudarse a otro continente en busca de familiares que anteriormente emigraron.
Los principales focos de conflicto están localizados en África, Medio Oriente y sur-suroeste de Asia.
Sin embargo hay otros a los que nos hemos ido acostumbrando en la región de América Latina en Colombia, Centroamérica y México, añadiendo una corriente humana de desplazados  por el hambre, falta de oportunidades, narcoviolencia y  exclusión.
Faltaría sumar a los otros desplazados y refugiados por su condición de damnificados de catástrofes naturales o bien porque dejan el terruño en busca de agua y de otros insumos vitales.
SERPIENTES Y ESCALERAS
 Que todos los países cuenten por igual en la ONU, sin cuotas ni repartos de poder, hacerlo efectivo permitiría llevar políticos de alto nivel al seno del Consejo para ganarse a pulso los consensos y sumar mayorías.
 Permitiría buscar un diálogo efectivo, no un sistema de mínimos que impone su jerarquía a muchos.
 Los tiempos apremian sobre todo con países que van emulando a Estados Unidos con el unilateralismo del que presume,  hay que mirar con bastante reserva el posicionamiento estratégico de Rusia, China e India dentro del mapa de los energéticos renovables y no renovables. Al día de hoy Rusia tiene en jaque a toda Europa con el chantaje del corte de suministro de gas precisamente en un invierno de los más gélidos.
 Por no ignorar la expansión de sus  multinacionales buscando comprar y controlar importantes empresas de otros países líderes en la producción y distribución de energéticos (atención al caso de Lukoil y Repsol).
Así es que hay que echar manos a la obra, que nuestros líderes mundiales además de preocuparse por el rumbo del capitalismo atiendan el  deber civil y moral de ocuparse por solidificar a las instituciones para lograr los equilibrios y  contrapesos necesarios, de forma urgente.
Nuevamente lo atestiguamos con la respuesta del ejército israelí contra palestinos, Ehud Olmert, primer Ministro Israelí, está jugando a ser Herodes matando a niños palestinos no porque busque en ellos al Mesías sino a su entender futuros terroristas. Quizá por ello esa guerra fraticida tiene en los niños a sus principales víctimas, como si no sirviera para desatar más odio entre la gente que se siente débil,  avasallada, ignorada por la ONU.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales.  Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

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