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La escritora comentó
que escribir un libro
es como tener un hijo,
pero un hijo se
tiene en nueve
meses y éste me
costó doce años
de trabajo
Foto:
Cortesía ghandi.com.mx
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Ciudad de México.- 14 de Agosto del 2008.- (CONACULTA) Angélica Morales recibió en Europa las mejores enseñanzas a que puede aspirar un músico. Haber estado rodeada de los mejores maestros, la convirtió con el tiempo en la mejor pianista mexicana de todos los tiempos, afirmó el maestro Luís Herrera de la Fuente.
Durante la presentación de la obra literaria en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el director de orquesta subrayó que escribir una biografía es un acto de amor, y que una pianista lo haga de una colega “no sólo es con esa vena de amor, sino también con admiración”.
Angélica Morales lo asombró porque tenía la virtud, el talento y la gracia de saber encontrar la música en las notas. “La música no se interpreta, el gran creador la encuentra, por eso, más que una excelente pianista, fue un gran músico”.
La mesa fue moderada por Antonio Barquet y también participaron: Gloria Carmona, alumna de Angélica Morales, Fernando Díez de Urdanivia, Roberto Bañuelas y la autora.
María Teresa Castrillón comentó que escribir un libro es como tener un hijo, “pero un hijo se tiene en nueve meses y éste me costó doce años de trabajo, viajes, entrevistas, correcciones, ampliarlo, esperar el tiempo preciso para que lo publicara el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a través de la Dirección General de Publicaciones, con quienes estoy muy agradecida”.
La también pianista a quien el gobierno de Austria le otorgó el reconocimiento Cruz de Oro, afirmó que Angélica Morales pudo ser más reconocida, pero le faltó continuidad y debido a su carácter no tuvo un final feliz, “pero siempre se mantuvo como la gran artista que fue”.
Redondeó que sería interesante que se grabara un CD con sus obras y que junto con el libro se difundan, para que las nuevas generaciones la conozcan y conozcan quién fue.
Gloria Carmona refirió que el libro de María Teresa Castrillón es conmovedor, por un lado, y un trascendente documento de la historia musical europea a través del desarrollo de una niña que soñó con ser pianista y fue la mejor.
Para muestra basta un botón, completó: “alternó con la Filarmónica de Berlín a los 13 años de edad; a los 15 ya había recorrido Alemania, España, Hungría, Viena, Francia, Varsovia ofreciendo conciertos”.
Fernando Díez de Urdanivia sintetizó que Angélica Morales “anda flotando entre la realidad y el mito, pero su grandeza musical quedó para la posteridad; ella es una gloria nacional con todos los méritos”.
Roberto Bañuelas sugirió que se rescaten algunas de las grabaciones de la maestra para que el público mexicano la escuche como la mejor intérprete de todos los tiempos.
