Martinsa-Fadesa, debacle

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Martinsa-Fadesa, debacle
-Suspensión en bolsa
-¿Y los planes en México?

    Con el mal augurio de que la economía española reportará un crecimiento cero en el segundo trimestre del año golpeada por el freno del sector inmobiliario, la caída en la construcción y la afectación de los petroprecios, no es para menos que las empresas resientan los efectos negativos.
    En septiembre del 2007 señalamos en la columna los planes de Martinsa-Fadesa, una de las principales inmobiliarias españolas, tanto para cotizar en la Bolsa de Valores de Madrid como para expandirse más allá de territorio ibérico incluyendo inversiones multimillonarias en Loreto, Baja California Sur; otras más en la Costa del Pacífico; en Guadalajara, Jalisco; y  San Miguel de Allende, Guanajuato.
    Luego en enero de este año abordamos con temor que Martinsa-Fadesa  cayera en la  crisis del sector y absorbiera el mal comportamiento que la renta variable ha experimentado en Europa sobre todo en España donde la volatilidad y la especulación están cobrando diversas víctimas por el valor de las acciones. Cuestionamos incluso que la empresa pudiera hacer frente a todos los compromisos trazados algunos con impacto en México.
    No obstante, esta semana saltó una noticia muy preocupante para el sector inmobiliario con la confirmación de que, la crisis tocó a Martinsa-Fadesa.
    Así el pasado 15, la empresa en cumplimento de la ley del Mercado de Valores, comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el Consejo de Administración acordó bajo parámetros de prudencia y diligencia empresarial,”la inmediata presentación de solicitud de Concurso Voluntario como mejor modo de evitar un empeoramiento de la situación de crisis que pudiera devenir irreversible y repercutir gravemente en sus acreedores y en los intereses de todos sus accionistas”.
    En el parte enviado a la CNMV también consta los esfuerzos realizados por la sociedad y sus propios accionistas a fin de obtener un préstamo de 150 millones de euros previstos en el Plan de Negocios y que sirvió de caso base para llevar a cabo la novación de la financiación.
    A la fecha Martinsa-Fadesa ha notificado a sus acreedores acerca de su situación, manifestando la imposibilidad de encontrar financiación adicional y a su vez solicitando aplazar las respectivas obligaciones por lo menos hasta el 7 de agosto próximo.
A COLACIÓN
    Quizá Martinsa-Fadesa no supo tomar con prudencia los alcances de la inestabilidad mundial, ni valorar el entorno propio complicado por la misma marisma del sector construcción y las hipotecas, los datos de caída de la confianza de los consumidores; el freno en el consumo y la parálisis en la venta de  vivienda de primera y segunda mano.
    Talvez confiaron en que la expansión en tiempos de crisis le salvaría de ésta, sobre todo apostando a que la diversificación le ha dado sendos paraguas a los bancos y otras empresas españolas que, desde los noventa, salieron a comprar posiciones en América Latina y otras partes del mundo.
    Probablemente el error fue arreciar la expansión justo cuando el mercado del ladrillo está afectado por diversos factores, intentar hacerlo en tiempos de “vacas flacas” es un suicidio, lo más sano es cuidar la caja, moderar los planes y si acaso aprovechar alguna compra de oportunidad de las empresas ahogadas por la  crisis.
    Martinsa-Fadesa, que no puede mentirle a la CNMV, reconoce que la situación de falta de tesorería suficiente para atender los pagos inminentes comprometidos por la sociedad, se deriva fundamentalmente de: 1) Las previsiones negativas de Tesorería para los próximos meses, debido a la clara recesión por la que atraviesa actualmente la economía española en general y el mercado inmobiliario en particular.  Recesión económica que impacta de forma negativa sobre la capacidad de las familias no solo para afrontar nuevas compras de viviendas, sino también las adquisiciones comprometidas y que se traduce, en un estancamiento radical de las ventas ordinarias de la sociedad y una merma importante de las cuentas a cobrar. 2) De las previsiones de pagos inmediatos a corto y mediano plazo correspondientes al devengo de intereses por los préstamos financieros concedidos a la sociedad. 3) De la situación actual de incumplimiento del contrato de financiación Martinsa-Fadesa según ha sido novado al resultarle imposible cumplir con sus compromisos más inmediatos a saber: imposibilidad de obtener financiación adicional por importe de 150 millones de euros.
    Con la empresa en suspensión de pagos y la decisión cautelar  del supervisor bursátil de retirar la cotización de la acción, las cosas se complican a tal punto que ponen a prueba a sus 850 empleados y al Banco Popular que es precisamente uno de los principales entes acreedores de la empresa inmobiliaria.
    La crisis se cobra nuevas víctimas empresariales, en conjunto la microeconomía sufre y es que lo de Martinsa-Fadesa no sólo paraliza los planes inmobiliarios en México sino que golpea a muchas otras empresas que esperaban ganar dinero con la señalada expansión, hablamos también de generar empleos.
    Y si el Banco Popular, que es el tercer banco español, está preparándose para hacer provisiones por la falta de pago futura de Martinsa-Fadesa, tendremos que decir que la algarabía de Blueprime (el misterioso grupo de inversores mexicanos que desde Gran Bretaña apuestan por comprar un buen paquete accionario del Banco Popular) tendrá que pasar a prudencia para valorar primero el verdadero grado de alcance en el Popular por la cesión de pagos de uno de sus deudores principales.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    A Martinsa-Fadesa le cambió la rueda de la fortuna: de cazador pasa a posición de cazado ante la incapacidad para renegociar deudas y plazos y encontrar nuevos acreedores, la única solución es ponerse en la mesa para que un cazador de oportunidades valore la situación financiera de la empresa, su cartera de propiedades, los planes y proyectos, en suma su prognosis.    
    La empresa está formada por una sociedad con un patrimonio inmobiliario cercano a los  11 mil millones de euros, según valoración realizada por CD Richard Ellis.
    Entre la cartera de propiedades del grupo destacan el valor patrimonial (161 millones 565 mil euros); campos de golf (133 millones 020 mil euros);  unidades pendientes de venta (450 millones 845 mil euros); obra en curso ( 3 mil 158 millones 605 mil euros); suelo patrimonio (275 millones 535 mil euros); y suelo ( 6 mil 624 millones 934 mil euros).
    ¿Algún interesado en rescatar a Martinsa-Fadesa?    

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