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¿Será necesario que este
talentoso músico y
su grupo se hagan llamar
'Sammy Martin Jazz Group',
para que los potosinos acudan
a verlos? ¡Ay, la Malinche!
Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 26 de junio de 2008. La semana pasada, el viernes 20, tuve la oportunidad de disfrutar en San Luis Potosí del arte de un gran músico mexicano, el pianista Samuel Martínez Herrera, quien en compañía de Carlos Zambrano en el contrabajo y Guillermo Barrón en las percusiones hicieron vibrar a la poca asistencia que tuvo la fortuna de gozar de su jazz en el Villa Carmela, agradable sitio ubicado en el Centro Histórico potosino, en una esquina de la bellísima Plaza de El Carmen, sobre Manuel J. Othón.
Hay que decir que el lugar es muy agradable y propicio para el jazz, con buen trago y bocadillos, no obstante, hubo poco público, quizás debido a que cuando Samuel no está en la ciudad (es decir, la mayor parte del año, pues está estudiando –perfeccionando su estilo y su formación musical, diría yo– en el Conservatorio de Puerto Rico) el ambiente jazzístico local casi desaparece por completo y no hay modo de que la gente le llegue a escucharlo con la banda que lo acompaña. En fin, días llegarán en que llenará el Teatro de la Paz, me cae.
Esa noche de viernes, la música comenzó en punto de las 22 horas con Zambrano –pronto se irá a Xalapa a seguir estudiando música–, Barrón –también está estudiando en La isla del encanto– y Martínez Herrera. Un ensamble joven, pero prendido, imbricado, que ejecuta con limpieza varias piezas clásicas de jazz y con decoro algunas composiciones del pianista potosino. Una cualidad: pasión, gusto y alegría por lo que hacen: tocar. Y esta camaradería se advierte en los sonidos que hacen titilar la noche, como esa noche de viernes en que hasta la Luna se quedó colgada un buen rato, nomás de extasiada y sorprendida de que en esas tierra tuneras unos músicos tocaran jazz como Dios, Herbie Hancock, Bills Evans y muchos más mandan.
Cabe mencionar que Martínez Herrera es un pianista que no sólo podría entrar en la categoría de virtuoso, quizás más o igual de importante que esta característica sea su capacidad para reunir en su persona la asimilación de diversas influencias musicales, en las que destacan la música tradicional mexicana –como el son huasteco– y la afrocaribeña –casi todos los grandes, desde la Sonora Matancera hasta Tito Puente–, sin dejar de lado la denominada clásica o de concierto –Debussy, por ejemplo–. Además, poder transustanciar éstas en algo propio, con impronta personal, ya que Samuel, hay que repetirlo, tiene marcado en el rostro, en el corazón y en sus manos el sino del artista, del creador que diariamente pugna con sus impulsos creativos. Para corroborar lo anterior, sólo basta con verlo tocar –en vivo, de preferencia–. Así, San Luis Potosí puede sentirse orgulloso de ser la cuna de un gran músico, tanto como Samuel lo está de ser oriundo de ese Gran Tunal.
Si desea escuchar a Samuel, puede entrar a Youtube (http://mx.youtube.com/watch?v=3lxrVksp9T4), cuando el trío susodicho se convirtió en cuarteto esa noche referida, con la incorporación de Lalo Fierro, que tocó un bajo de seis cuerdas. O en su sitio hay posibilidad también de escuchar música y ver que no usé el “venadito” para pergeñar estas líneas (http://profile.myspace.com/index.cfm?fuseaction=user.viewprofile&friendID=133615151).
Por supuesto, lo mejor es escucharlo en vivo. Ya es tiempo de que en San Luis se den cuenta de que tienen un paisano supertalentoso, vayan a verlo; incluso, vale la pena visitar San Luis sólo para escucharlo tocar (y de paso recorrer la hermosa ciudad). Las fechas próximas en que tocará son: el 27 a las 17 y 22 en el Villa Carmela, con el baterista Yaury Hernández como músico invitado. El 28 tocará en La Maclovia, a las 16:30 y 21:30, y el 3 de julio en el Club Deportivo Potosino. Más informes en su MySpace.
Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com
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