La potencia de Tata

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-La potencia de Tata
-Presencia del grupo
-Nuevas inversiones

    India y China van desplegando su potencial dentro de la economía global, han resultado aprendices tenaces del libre mercado, la transferencia de capital y perseverantes tanto para captar inversión extranjera directa como para ejercer de inversores externos.
    En la medida en que su población va adquiriendo fuerza de consumo, ese dinamismo va formando una clase media ampliada a la que hay que atender desde el punto de vista financiero, comercial y de provisión de servicios.
    Por eso India y China son imanes para la inversión extranjera de Occidente, por las importantes oportunidades para los productos  y servicios en masa.
    Los empresarios locales también trabajan para la conquista de los consumidores territorialmente dispuestos pero, no ignoran la competencia en los mercados extranjeros y los nichos de oportunidad.
Seguramente India y China tendrán su siglo de gloria guiados de la mano de los empresarios millonarios dueños de multinacionales y transnacionales y del surgimiento de otros nuevos ricos gracias a la propiedad privada y la maximización de la ganancia.
Poco a poco este nuevo milagro económico manda señales de lo atento que están al mercado los empresarios indios y chinos, ávidos a la  caza de oportunidades.
No descartemos que sea un preludio de bancos y grupos financieros, empresas de servicios, productoras e industrias tradicionalmente de capital occidental capturadas por coinversiones indias y chinas o bien participaciones importantes de capital y por qué no, hasta dueños completos.
Hablemos de un caso: Grupo Tata. La multinacional india que desde su sede en Mombai, India va comiéndose a diversos competidores en el mapamundi.
La operación más reciente de Tata consistió en comprarle a la automotriz estadounidense Ford, las marcas Jaguar y Land Rover por un monto de 2 mil 300 millones de dólares.
Grupo Ford lleva varios años con altibajos financieros, primordialmente pérdidas que amenazan con una crisis parecida a la que enfrenta General Motors, los dos son colosos automotrices cuyos tentáculos esparcieron al mundo desde Estados Unidos.
Ford cuenta con una larga trayectoria, en su evolución empresarial ha pasado todo tipo de vicisitudes. El cisma actual es uno de los obstáculos de  resistencia más fuertes a punto de que la empresa cumpla este año su primer centenario de existencia en octubre próximo. Cabe señalar que, a Ford, le fue bastante mal con su inversión en marcas británicas.
    Con la operación de venta de Jaguar y Land Rover, el grupo intenta reestructurar su eje de acción enfocándose a apuntar la producción y venta de la marca Ford; hacer lo propio con Lincoln, Mercury y la marca europea Volvo.
    Grupo Tata a través de Tata Motors es, digámoslo,  el símil del fabricante estadounidense en la India y proviene de un emprendedor llamado Jamsedji Tata, quien en los albores del siglo XX inició una serie de negocios que fueron el preludio de lo que en la actualidad es la multinacional que lleva su apellido y que tiene muchas ramificaciones en distintos sectores: automotriz, acerero-siderurgico, información, tecnologías de la comunicación, servicios, hoteles; etc.
A COLACIÓN
    Tata Motors anunció desde finales del año pasado su disposición para revolucionar el mercado de venta de automóviles mediante la presentación de un vehículo de bajo coste, ideado para un amplio grupo de personas en ascenso a la clase media con nuevo poder adquisitivo pero aún con muchas restricciones económicas.
    El nuevo “engendro” se llama Tata Nano tiene como meta inicial India y después del 2009 llegar a la venta en el mercado europeo.

El Nano tiene un motor de 624cc y 30 caballos con caja manual de 4 velocidades, un consumo homologado de 3.37 l/100km y un equipamiento básico: velocímetro, medidor de gasolina y una luz para el aceite. El  vehículo  mantiene todo al  mínimo, es como el low cost en los aviones, donde hasta los buenos días se ahorran y lo importante es dar el servicio y punto.
Al Nano se la ha criticado por la calidad del material de fabricación, una especie de plástico que la empresa defiende con estándares de seguridad (no quiero imaginarme un percance en dicho vehículo) y trata de cubrir la especie destacando que el coche cumple con niveles de protección al medio ambiente.
Después de que salga a la venta en India, el verdadero interés reside en colocarlo a la venta en el mercado chino con consumidores ávidos de gozar las mieles del capitalismo aunque sea gracias al calvario del “páguelo en  cómodas mensualidades”.
¿El precio? Inicialmente un rango de 2 mil 500 dólares, terminaremos por saber cuánto es en definitiva al comercializarse.
Lo más relevante de todo el proceso es que está apunto de amanecer una nueva era automotriz para los consumidores promedio, después del “vocho” de la Volskwagen, el Seat en España y el Renault, el bautizado como “coche del pueblo” marcará una nueva pauta en el capitalismo de masas.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    ¿Habrá Tata Nano en México? No lo descartemos. Posiblemente después del 2010 podría aparecer en el mercado latinoamericano, no olvidemos que lleva vientos de expansión y que las remesas de los emigrantes hacia sus respectivos lugares de origen, sea que las envíen en dólares o en euros, han dado poder adquisitivo a muchas familias.
    En México, el Grupo Salinas, ha sido uno de los pioneros en buscar alternativas para esos nuevos grupos favorecidos gracias a las remesas que reciben de sus  parientes. A pesar de todo, estas familias  siguen al margen de la Banca y de otros muchos proveedores en especial de las agencias automotrices.
    Para captar a este sector,  Grupo Salinas, por medio de la división GS Motors,  comenzó a vender autos chinos marca FAW en México y es el principio porque Geely otra marca del país asiático podría realizar una importante inversión en Aguascalientes para instalar una línea de fabricación del Geely.
    Así es que, entre el FAW, Geely y cuando sea su oportunidad con el Tata Nano más la vorágine de la importación de los autos usados desde Estados Unidos, le anticipo,  amigo lector, que en unos años más el precio de los coches usados en el mercado nacional será bajísimo.
    Un  punto de preocupación: a ver cuál es la autoridad valiente que certifica que esos nuevos autos de generación low cost son verdaderamente confiables, cumplen con calidad, seguridad, durabilidad, protección al medio ambiente en sus partes y componentes. Ya sabemos que lo Made in China es casi seguro desechable.

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