“Muerte parcial”, de Juan Villoro, transita con gran facilidad de la absoluta tragedia al humor negr

La obra del dramaturgo azteca,
narra la tragedia de cuatro
montañistas que de milagro
sobreviven a la muerte
Foto: Cortesía letrasdel
mundo.tamaulipas.gob.mx

Ciudad de México.- 10 de Noviembre del 2007.- (CONACULTA) Juan Villoro se pregunta en voz alta sobre cual sería la decisión de cualquier ser humano al tener la oportunidad de fingir su propia muerte y comenzar de cero, sin pasado, sin errores, sin relaciones que signifiquen un lastre y con mil posibilidades para construir una nueva vida.

En entrevista exclusiva posterior al estreno en el Teatro Orientación de Muerte parcial, su primera obra como dramaturgo, Juan Villoro dijo estar convencido de que la confrontación con la muerte representa un parteaguas en la vida de cualquier hombre y desencadena el más implacable espejo existencial para revisar y cuestionar la propia existencia, los logros personales, así como la lejanía o cercanía de esos sueños básicos que alguna vez se tejieron y desarrollaron bajo nuestras sábanas de niños y adolescentes.

La obra generó aplausos espontáneos por parte del público asistente al Centro Cultural del Bosque. Narra la tragedia de cuatro montañistas, quienes de milagro sobrevivieron a la muerte. En un improvisado campamento la mujer y los tres hombres que conforman la pequeña expedición inician una profunda revisión existencial sobre sus logros personales y su aportación a la especie humana.

Villoro afirmó que la obra plantea el sueño secreto de todo ser humano que se haya enfrentado a las presiones de la sociedad y que se ha imaginado como el sobreviviente secreto de un desastre para poder decidir si su vida ha sido tan buena que le apetecería continuarla.

La obra, dirigida por Regina Quiñones y protagonizada por María Inés Pintado, Juan Carlos Remolina, Fernando Becerril y Raymundo Pastor, sigue la tradición brechtiana de los rompimientos emocionales, transitando con gran facilidad de la absoluta tragedia al humor negro.

Villoro dijo que en el juego de pasiones perturbadores y obsesiones por su pasado, los personajes abren una puerta sicológica hasta las entrañas más recónditas de su alma. En medio de ese paroximo de confesiones, Juan Villoro introduce a la historia a un quinto personaje, quien hace las veces de espejo y catalizador para que los miedos más íntimos y el humor más bizarro salga a la superficie.

El escritor comentó que la vida en la ciudad de México aporta tal cantidad de historias surrealistas que superan a la ficción, que su incursión en la dramaturgia no podía ser ajena a este ambiente novelesco.

“La idea para escribir Muerte parcial surgió hace unos años cuando abrí el periódico y me encontré con una fotografía de cinco policías judiciales que aparecieron muertos en una colonia del Distrito Federal. Al contemplar la imagen llegaron a mi cabeza muchas preguntas sobre la historia de cada uno de ellos y lo que pudo haber ocurrido poco antes de su deceso”.

Finalmente, el autor dijo que aunque para muchos puede representar una historia cruda, la obra habla también de los profundos vínculos entre diversos tipos de personas que han tenido experiencias disímbolas y una trayectoria de vida muy diferente y, sin embargo, hay puntos básicos que los unen como especie
Muerte parcial  forma parte de la temporada de estrenos de otoño 2007 del Instituto Nacional de Bellas Artes, y  permanecerá en escena hasta el 9 de diciembre próximo, e iniciará su segunda temporada a partir del 17 de enero y hasta el 9 de marzo de 2008.

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