Carlos Vives, Shakira, Tania Libertad y Fito Páez animan el IV Congreso de la Lengua Española

Fito Páez y Carlos Vives captados
 durante su presentación
 Foto: Sitio Oficial

Cartagena de Indias, Colombia.- 27 de Marzo del 2007.-  Con rock latino y coplas místicas, un llamamiento a Shakira y manifestaciones de amor del público, Carlos Vives y Fito Páez animaron la noche del martes el debate más insólito y popular en el IV Congreso de la Lengua Española.

El rey del vallenato y el monarca del rock hispanoamericano culminaron con un dúo el debate sobre “La canción hispana y la sociedad globalizada”, quince horas después que ambos y Tania Libertad, Amancio Prada y Javier Ruibal iluminaron la calurosa noche cartagenera con un multitudinario concierto popular.

Los cinco cantantes _con la única ausencia de la española Soledad Bravo, residente en Venezuela_ protagonizaron el acto en un salón colmado con 1,500 espectadores que, en contraste con los debates regulares que vigilan dos guardias civiles de seguridad, contó con la protección de trece soldados armados.

Vives, que vistió guayabera blanca, y Páez, una sudadera fucsia _en el primer panel en que ningún participante viste traje_ cerraron el debate con un dúo de rock que vio al astro local en un papel desacostumbrado, ante los aullidos de sus admiradoras.

Poco antes el rockero argentino acompañó al piano a Tania, quien cantó la popular “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, de Páez. La peruana dijo antes de su interpretación que “después de todo lo que pasó en Argentina, Fito tuvo la generosidad de componer una canción de esperanza”.

Vives se ganó una de las ovaciones de la noche cuando, después de defender la tradición oral, pidió que su compatriota Shakira “ahonde un poco más en el (río) Magdalena que en el Misisipí”.

Una muchacha regordeta le gritó “¡Te amo, mi amor!”, y Vives respondió: “Eso se lo dirás a todos…” y luego agregó “¡Eso me lo decía mi ex mujer!”

Antes de la música y la locura del público, Vives pidió unión “para que no desaparezca la tradición oral”.

“Que haya seguridad social”, agregó. “Para que haya juglares. Para que no sigan muriendo en el olvido de la miseria”.

Fito encaró la globalización como una amenaza y prefirió refugiarse en lo local.

“Yo no quiero parecerme más gringo, sino a mi barrio”, dijo. “Me inscribo en la tradición del barrio en que nací. ¡He dicho, carajo!”, concluyó con estudiada informalidad.

Ruibal asoció música con libertad y con la tradición poética.

Y Prada elogió a los músicos populares hispanoamericanos por defender su tradición más que España la suya. Y luego de afirmar “la fuerza de la creación en España”, cantó dos alalás, coplas populares del norte de España, entonando un sentido ”Ay leleóóó!”, mientras se golpeaba el pecho con los puños alternativamente para reforzar la frase musical, que concluyó apagando la voz hasta hacerla inaudible.

Tania advirtió que la globalización amenaza “una tendencia a la uniformidad que no refleja la riqueza de nuestra diversidad”.

Por eso, dijo la peruana radicada en México, ataviada con falda y blusa verduscas recamadas en tules, “cada canción la hago mía, la condimento con granitos de vida y así se las entrego”.

“El tema más recurrente en la canción es la mujer”, enfatizó, y se ganó una de las muchas ovaciones que se oyeron durante la velada cuando remató: “Santa o puta, la mujer está presente en la canción”. (Agencias)

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