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La cantante jarocha Yuri
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MEXICO, D.F, JULIO 2,2006 (NOTIMEX).- Yuri ya maduró. Es decir, ya no es la “chavita’ alocada que cantaba: “Con el apagón, ¿qué cosas suceden?, ¿qué cosas suceden con el apagón?’, una canción cuya letra y video escandalizó a las conciencias más puritanas de México.
Ahora que prepara su nuevo disco como solista, la cantante jarocha explica, con su típico lenguaje de “a mil por hora’: “Será algo romántico, porque eso es lo que más vende y es lo que la gente necesita en este momento’. “Creo que ya pasó mi etapa de chava güerita que cantaba ‘El apagón’ y ‘Qué te pasa’. Ya soy una mujer madura y lo romántico sigue de moda’. Eso no significa (y lo saben quienes la conocen), que abandonará su lado guapachoso.
“Cuando tenga ganas de bailar, pues bailaré’. La sentencia se puede comprobar en la gira de conciertos que realiza en compañía de Manuel Mijares y Ricardo Montaner.
“El 18 de agosto estaremos en el Auditorio Nacional, pero durante estos meses viajaremos por distintos estados de la República. Ahora venimos de dos conciertos en Monterrey y pronto estaremos en Puebla, Veracruz y Guadalajara; en total serán 20 presentaciones’, señala. La gira nació hace dos meses como parte de la promoción del disco a dueto entre Yuri y Mijares. Tuvieron el suficiente éxito para convocar la presencia de Ricardo Montaner, con quien coincidieron durante la segunda temporada del programa “Cantando por un sueño’.
Decidieron entonces armar un concierto bajo el nombre de “Cantar por cantar’, que ha sido bien aceptado gracias a la popularidad que les proporcionó el programa. Esas serían razones suficientes para estar contenta, pero además, la vida también le ha sonreído en el aspecto personal. Hace unas semanas le detectaron cáncer a su madre, pero con tan buena suerte que el tumor se encapsuló en la matriz.
“Dios nos hizo el milagro de que el cáncer no se expandió hacia las vías sanguíneas. Fue un momento muy difícil, porque era uno de los cánceres más agresivos y hubiera perdido a mi madre en unos meses’, comentó.
Curiosamente, el milagro operó contra la medicina, cuyas directrices dictaban una biopsia para conocer el tumor. Pero fue gracias a que no se realizó la biopsia, que el cáncer no se expandió. La enseñanza queda para Yuri: “Tengo que revisarme cada cinco meses; es algo que tenemos que hacer todas las mujeres’
