El escritor mexicano Sergio Pitol, regresa a China, después de 44 años

 Sergio Pitol nació en Puebla,
Pue., el 18 de marzo de 1933.
Foto:Internet

 Perkín,China; 13 de Junio de 2006.- El último Premio Cervantes de Literatura, el mexicano Sergio Pitol, contó en China, adonde regresó 44 años después de su primera estancia, el hallazgo de su propia "montaña mágica" en un sanatorio de La Habana.

A sus 73 años, Pitol, que rechazó tras recibir el galardón invitaciones recibidas de un sinfín de países, no pudo resistirse a redescubrir uno de los que lo acogió en su deambular por el mundo entero como agregado cultural de México.

Dentro de las actividades que efectuará en una China "tan distinta" a la que él conoció, el autor relató hoy en un congreso sobre literatura de viajes en la ciudad de Xian su experiencia en La Habana, donde hace dos años estuvo ingresado durante quince días por razones de salud.

En el Foro Internacional de Literatura de Viajes a y desde las Américas, Europa y China de Todos los Siglos, Pitol contó su tratamiento "con extracción de sangre, enriquecimiento con ozono en un recipiente al alto vacío y devolución al organismo por la misma vena, en no más de una hora".

"En los primeros momentos me sentía Hans Castorp (el enfermo protagonista de la novela ‘La montaña mágica’, de Thomas Mann) llevando una vida de exámenes médicos y curaciones en un lugar aislado del mundo", dijo en su diario del 12 al 27 de mayo de 2004, leído hoy.

"Al instante me desdije; nuestras circunstancias son totalmente diferentes: su sanatorio se hallaba en una montaña ceñida eternamente por la nieve y en mi ‘spa’ caribeño estoy rodeado de palmas, buganvilias y plantas tropicales y el calor es abrumador".

Otra diferencia, añadió, es que "Castorp llegó a su montaña mágica algo así como a los veinte años y yo me matriculé en La Pradera (centro internacional de salud en Cuba) a los setenta y uno".

"Cuando conocí La Habana en 1953 (¡Qué laberinto para llegar a La Zaragozana, el mejor restaurante de Cuba y uno de los más antiguos de la ciudad abierto, a mediados del siglo XIX…!) los turistas llegaban de EU, hoy los hay que hablan inglés, también se oye francés, italiano, alemán y en abundancia el español de España".

Durante 51 años, hasta su regreso en 2004, mantuvo "clausurados" sus días en La Habana, "sabía que había estado de paso pero no recordaba qué había hecho o visto en ella". (Agencias)

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