El lado femenino de la Banca

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-El lado femenino de la Banca
-Surgen toda clase de servicios
-Empoderamiento y ahorro
 

La creciente participación de la mujer, en casi todos los ámbitos de la esfera productiva, ha modificado el centro de atención del sistema financiero mexicano para crear nichos con productos específicos dirigidos a un sector que ahorra, demanda tarjetas de débito, de crédito, invierte en fondos de inversión, solicita créditos de consumo y para microempresas.
 El lado femenino de la Banca no está agotado, ni siquiera totalmente explorado a favor de un grupo poblacional que, de acuerdo con los resultados preliminares del II Conteo de Población y Vivienda del INEGI, tiene la mayoría con 53 millones de mujeres, de todas las edades, dentro de un conglomerado de  103.1 millones de personas.
Es verdad que hay una tendencia de atención al género, los bancos están diseñando “chalecos financieros a la medida”, los gobiernos fomentan programas  de microempresas y los organismos internacionales  dedican espacio para analizar el empoderamiento.
En este último renglón, los avances en México son escasos, estamos lejos de alcanzar el mínimo de 30% de participación de mujeres en la política que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera como un indicador de desarrollo de género.
 Hay pocas mujeres votadas, pero lo interesante es que el voto femenino ha sido más activo en los tres últimos procesos para elegir Presidente de la República. Hoy en días las mujeres son el 52% de la lista nominal de electores.
A COLACIÓN
 Diversas Organizaciones no Gubernamentales señalan que las mujeres en el ejercicio de sus actividades profesionales y de oficio tienen una menor propensión a la corrupción respecto a  los hombres.
 Otras cualidades se infieren de las estadísticas de la  Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) con datos que indican que  las mujeres  son las que menos accidentes tienen al volante.
 A la par, son más responsables que el hombre para el pago de las deudas contraídas.  Por esa razón, que no es única de las mujeres mexicanas sino de característica universal,  han surgido programas patrocinados por el Women´s World Banking, en español el Banco Mundial de las Mujeres,  para desarrollar esquemas de acceso a créditos y microcrédtios para las mujeres tanto en las zonas urbanas como en las rurales.   Existen algunas experiencias singulares.
Muhammad Yunus, autor de “Hacia un mundo sin pobreza”, fundó en Bangladesh un banco, el Grameen, que sólo presta dinero a los más pobres de los pobres, a los que carecen de toda garantía que los respalde, únicamente el honor de la palabra. Por eso el 94% de sus clientes son mujeres y el banco tiene una tasa de retorno del 98 por ciento.
 En México, no tenemos una experiencia similar a la del Grameen, pero han surgido pilotos reveladores de la capacidad de ahorro y cumplimiento de la mujer.
 Hace un par de años, el Bansefi junto con la Sedesol, realizaron un experimento con 500 mil mujeres en pobreza extrema inscritas al programa Oportunidades. El plan fue enseñarlas a ahorrar, sacar el dinero de la tanda de debajo del colchón, para ingresarlo a una cuenta de Tandahorro en el Bansefi.
 La experiencia permitió redimensionar la cultura del ahorro en los grupos más desprotegidos económicamente hablando. Fue una sorpresa para el Bansefi, para la Sedesol y para muchos especialistas, porque se demostró que de a poquito se puede dar un paso mayor, por ejemplo destinar el dinero a becas para la educación de los  hijos; piso para la vivienda; drenaje; o un taller artesanal.
Bien valdría la pena continuar con pilotos en diversas zonas rurales y urbanas, receptoras de remesas.
Otro reto es el de mejorar los programas de créditos del Gobierno Federal,  masificarlos, hacerlos más  accesibles y entendibles. El Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), que depende de la  Secretaría de Economía, otorga créditos principalmente a mujeres con montos que van desde los 500 hasta los 20 mil pesos.
Este programa orientado a incentivar “los microchangarros” del presidente Vicente Fox, ha estado muy limitado en la atención que brinda y en su capacidad de respuesta porque a la gente hay que enseñarla a aprovechar esos recursos obtenidos a tasas altas, casi del 8% mensual, en  plazos de 16 semanas.
GALIMATÍAS
 Las mujeres y su dinámica están contribuyendo a abrir el segmento de los servicios financieros, hace algunos meses hablamos del lanzamiento de BBVA Bancomer de un seguro contra el cáncer en las mujeres.
 Aunque parezca parte de “la hoguera de las vanidades”, en  IXE Grupo Financiero encontramos en el segmento de  consumo, un crédito para mujeres que desean una cirugía plástica pero que no cuentan con los recursos suficientes para enfrentar los gastos pre y post hospitalarios.
 “Matices” es una  línea de financiamiento para imagen personal. El crédito de IXE puede ser revolvente (por medio de una tarjeta de crédito) o la institución se encarga directamente de pagar todos los gastos, desde los honorarios de las consultas, la hospitalización, las medicinas y los cuidados post operatorios.
 Los planes para pagar la deuda  son, desde los seis meses hasta los dos años, a una tasa fija del 2% mensual. Los requisitos para obtener el crédito para la cirugía plástica son contar con ingresos mensuales de 10 mil pesos, entregar copia de identificación oficial y comprobante de domicilio.
 IXE realiza una investigación en el Buró de Crédito y concede una respuesta afirmativa o negativa en un plazo de cuatro días.
 ¿Para qué más se puede usar el crédito? Para gastos de nutrición, de dietas médicas, depilaciones, gastos ginecológicos, todo lo que significa imagen y salud para la mujer.
 El monto mínimo que presta IXE es de cinco mil pesos y el máximo es de 700 mil pesos.  Cualquier información adicional llamar al 01 800 49 31 010 ext 43126.
 En la medida en que se han ideado este tipo de productos que responden a una demanda determinada, esperamos el surgimiento de muchos otros más con utilidades imprescindibles para el género femenino como lo son: la salud, las pensiones y la seguridad social. Estamos hablando del género más longevo  y más desprotegido para enfrentar los retos de la tercera edad.
P.D.  Este 8 de marzo, “Día de la Mujer”, mis respetos para las compañeras de género que  quieran dar el grito catártico del feminismo. Nada más quiero subrayar que, con profesión o sin profesión, idiomas, doctorados y todos los trofeos profesionales, el máximo logro, insustituible para una mujer, es el de formar un hijo para que contribuya con bien a una sociedad  urgida de bien. Desde luego, mantener unida a la familia.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com
 

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