Política de cero desperdicios

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Política de cero desperdicios
-Maximizar y optimizar: clave
-Austeridad, ahorro, prevención

    El sábado pasado, en Valencia, España, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, pidió a los gobiernos mayores esfuerzos para combatir el calentamiento global y mitigar el cambio climático. Y los ciudadanos, ¿qué tipo de compromisos asumimos en nuestro rol esencial como agentes de cambio?
    Rumbo a la próxima reunión en Bali para analizar el cambio climático el texto que será presentado establece que el cambio climático es "antropogénico", es decir, de  origen humano, con consecuencias repentinas e irreversibles en todos los continentes.
    ¿Podemos responsabilizar a los respectivos  gobiernos de su baja capacidad de respuesta para atender y mitigar los efectos del cambio climático? ¿Son ellos los únicos culpables?
    Mientras  es asunto del Ejecutivo y el Legislativo  crear condiciones jurídicas para un “ecocapitalismo industrial”, los ciudadanos deben  modificar los parámetros de consumo y vida.
    Hay que implementar una “política de cero desperdicios” se lo agradecerá el medio ambiente y también su bolsillo.
    El capitalismo ha educado una masa de consumidores fanatizados por las mercancías al ritmo del avance de la tecnología, tendencias, modas; una serie de clichés absurdos que nos han penetrado hasta convertirnos en máquinas de poseer. Somos felices en la medida en que más compramos. Es la fórmula de la acumulación del capitalismo: poseer riquezas, dinero, bienes, mercancías. Tanto tenemos, tanto valemos.
    Pero, se ha fijado amigo lector, ¿cuánto desperdicia en su casa? Observe durante una semana el número de bolsas de basura que salen del hogar; revise el interior de las  bolsas, generalmente con latas, papeles, periódicos, plásticos, cartones, envases, medias, pilas, hojas de computadora, navajas para rasurar, pasadores de pelo, empaques brick; incluso hay quien tira ropa mezclada con todo.
    Una vez que reflexione en la basura, por favor déle un vistazo al interior del  hogar, cuente el número de aparatos eléctricos, casi todos conectados a la vez sean  televisores, computadoras, radios, etc. Piense en la Edad Media o no se vaya tan lejos escoja el siglo XIX e imagine casas alumbradas con velas o lámparas de aceite.
Después, abra su garaje, mire los vehículos que tiene; y para que le dé un poco de remordimiento vaya a la cocina, abra su despensa llena de latas; y para botón revise los armarios y roperos con ropa que solamente ha sido usada una vez junto con toda la demás.
    Así es, vivimos para poseer, el problema es que tarde o temprano todo a  lo que le echó un vistazo pasa a ser basura, basta con abrir una lata y tirarla o desechar una camisa porque finalmente no le gustó.
     El desperdicio genera un círculo de contaminación y de eso somos culpables cada uno de nosotros, es verdad que no estamos capacitados para el uso racional de los recursos, nadie nos ha enseñado a maximizar y optimizar, sacar todo el provecho.
 Recuerde también que en finanzas personales el que desperdicia, mal gasta su dinero.
A COLACIÓN
    Necesitamos incidir favorablemente provocando un cambio en nuestros patrones como consumidores y ese esfuerzo requiere disciplina en la conducta.
    Una política de cero desperdicios tiene que partir de un firme compromiso ejemplo en la familia, en el trabajo, en la comunidad con la que se involucra.
    De esta forma requerimos de varias erres: reciclar,  reinventar, reutilizar, renovar, replantar y reducir.
    En la vivienda, aparato que no se utiliza hay que desconectarlo directamente de la toma de luz; reducir el uso de aparatos eléctricos tendrá una repercusión positiva en la factura de electricidad y también permitirá ahorro de  energía.
    Piense en sus hijos, en la convivencia, cada quien aislados viendo la televisión. Establezca una sola televisión en el salón o  en una determinada área de la casa.
    En  luz, los mayores desperdicios en una vivienda están relacionados con refrigeradores en mal estado, varias televisiones encendidas al mismo tiempo en distintas habitaciones y lavadoras funcionando a media carga además desperdiciando agua.
Hay gente que le gusta escuchar radio todo el día, una sugerencia es el radio de baterías, pueden  adquirir  un aparato para recargar las pilas para su reutilización.
    Con la computadora intente trabajar con la  batería, no la deje encendida todo el día solamente para revisar mensajes, pida a sus amigos y conocidos que le manden un mensaje a su teléfono celular.
    Otro tema con la vivienda y los desperdicios es el de la comida: aprenda a planificar la compra de fin de semana en el supermercado, no caiga en las tentaciones de todo lo que le rodea, al menos el 35% de lo que adquiera no se lo comerá y terminará olvidado, finalmente caducado y en el contenedor de la basura.
    Sustituya las latas por productos frescos, es la mejor forma de reducir las cantidades de basura que salen del domicilio. Dé el ejemplo del cero desperdicio no tirando la comida, trate de poner en su plato cantidades óptimas; en los restaurantes, no olvide pedir para llevar aquella comida del platillo que pidió y  no terminó. En Estados Unidos y Europa va siendo más frecuente observar a personas decididas en no dejar al restaurante restos que finalmente tirará a la basura.
    No mezcle cartones, tetrapacks, botellas de agua con deshechos orgánicos. No compre una botella de agua cada vez que salga a la calle, reutilice una botella de agua y llénela directamente del garrafón.
    Alargue la vida de limpiadores de pisos, jabones líquidos, añadiendo una o dos tazas con agua; los productos concentrados son susceptibles de poder rebajarse con agua. No pasa nada, recuerde además que los olores que contienen sus sustancias químicas relacionadas con asmas y cánceres.
    Recicle cartuchos de tinta,  los  zapatos pintados de  color quedan casi nuevos.  En ropa, los arreglos ayudan,  si no la quiere regálela o véndala en  tiendas de segunda mano.
    Además reinvente: guarde los frascos de las conservas y déles una utilidad práctica en el hogar; a los moldes de los productos congelados para el microondas pueden servir para guardar alimentos en el frigorífico; junte los plásticos, cartones y bricks y llévelos mensualmente a Ecose, llame primeramente para que le den indicaciones al 52815318; en Monterrey la empresa Promotora Ambiental recicla plástico.
    Y por último replante: si en las próximas Navidades adquirirá un árbol hágalo con el compromiso de que lo devolverá a la naturaleza.
    Tenemos que madurar, el desafío del cambio climático no podremos superarlo poniendo en marcha nuestra inteligencia, capacidad de compromiso y ejemplo. Y si puede, deje el coche en casa.
   

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